Mis ojos no habían exclamado un edicto líquido hace lunas
pero en esta creciente de febrero
exploraron otra vez esa ortografía masoquista
de poemas jamas escritos y ya olvidados
que esperaban ese beso torpe
que el capricho vuelto obsesión durante 23 y 1/2 periodos anuales
convirtió en una realidad carcelaria
cuya tierna llave fálica
no aparece
pero si mucha ganzúas dispuestas
a que yo les deje joderme la vida.
domingo, 1 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)